Los credos
En la Iglesia Episcopal, decimos tanto el Credo de los Apóstoles como el Credo Niceno en nuestra adoración. Debido a que somos una comunidad de fe, declaramos abiertamente nuestras creencias y de esta manera nos unimos a los cristianos en el pasado, el presente y el futuro. La palabra "credo" viene de la palabra latina "creo", que significa "creer".
El Credo de los Apóstoles data los primeros años de la Iglesia Cristiana y fue usado como una declaración de fe en el Bautismo. El Credo de los Apóstoles está incluido en los servicios diarios de la mañana y de la tarde. Pueden ser utilizados tanto en la Iglesia como en devociones privadas. Se puede encontrar en El Libro de Oración Común en las páginas 59-60.
El Credo Niceno fue escrito en el año 325 por los primeros obispos reunidos en Nicea (Turquía moderna). Es una declaración que resume la fe cristiana y se dice al unísono durante los servicios de la Santa Eucaristía (la recreación de la cena del Señor). Pueden encontrarse en las páginas 280 y 281 de El Libro de Oración Común.
El Credo Niceno
Creemos en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador de cielo y tierra,
de todo lo visible e invisible.
Creemos en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros
y por nuestra salvación
bajó del cielo:
por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.
Por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado.
Resucitó al tercer día, según las Escrituras,
subió al cielo
y está sentado a la derecha del Padre.
De nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creemos en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creemos en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.
¿Que sucede si tengo dudas o preguntas?
La relación con Dios es una jornada personal y también es algo que compartimos con otros en esta comunidad de fe. Los Credos claramente declaran las creencias de la Iglesia y los recitamos al unirnos a aquellos que nos rodean en el proceso de descubrir nuestra propia relación con Dios. Así que no es tan fácil responder a esta pregunta con un “si” o “no”. La importancia está en tomar parte con nuestros compañeros de búsqueda, en esta jornada de toda la vida.
No es inusual tener dudas o preguntas. En la Iglesia Episcopal, se anima hacer preguntas. Hay muchos grupos, clases y foros disponibles para discutir preguntas con otros solicitantes. Una oportunidad es la Clase de Descubrimiento, que se lleva a cabo en diferentes temporadas durante el año en la mayoría de las Iglesias Episcopales. Además, el clero desea ser contactado para ayudar con las preguntas que surjan.
El Credo de los Apóstoles data los primeros años de la Iglesia Cristiana y fue usado como una declaración de fe en el Bautismo. El Credo de los Apóstoles está incluido en los servicios diarios de la mañana y de la tarde. Pueden ser utilizados tanto en la Iglesia como en devociones privadas. Se puede encontrar en El Libro de Oración Común en las páginas 59-60.
El Credo Niceno fue escrito en el año 325 por los primeros obispos reunidos en Nicea (Turquía moderna). Es una declaración que resume la fe cristiana y se dice al unísono durante los servicios de la Santa Eucaristía (la recreación de la cena del Señor). Pueden encontrarse en las páginas 280 y 281 de El Libro de Oración Común.
El Credo Niceno
Creemos en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador de cielo y tierra,
de todo lo visible e invisible.
Creemos en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza que el Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros
y por nuestra salvación
bajó del cielo:
por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre.
Por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado.
Resucitó al tercer día, según las Escrituras,
subió al cielo
y está sentado a la derecha del Padre.
De nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creemos en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creemos en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica.
Reconocemos un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Esperamos la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.
¿Que sucede si tengo dudas o preguntas?
La relación con Dios es una jornada personal y también es algo que compartimos con otros en esta comunidad de fe. Los Credos claramente declaran las creencias de la Iglesia y los recitamos al unirnos a aquellos que nos rodean en el proceso de descubrir nuestra propia relación con Dios. Así que no es tan fácil responder a esta pregunta con un “si” o “no”. La importancia está en tomar parte con nuestros compañeros de búsqueda, en esta jornada de toda la vida.
No es inusual tener dudas o preguntas. En la Iglesia Episcopal, se anima hacer preguntas. Hay muchos grupos, clases y foros disponibles para discutir preguntas con otros solicitantes. Una oportunidad es la Clase de Descubrimiento, que se lleva a cabo en diferentes temporadas durante el año en la mayoría de las Iglesias Episcopales. Además, el clero desea ser contactado para ayudar con las preguntas que surjan.
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